viernes, 17 de febrero de 2012

El acuerdo con Marruecos, cadena perpetua para la agricultura local

El Europarlamento ha dado la puntilla a la agricultura española con la aprobación del acuerdo comercial con Marruecos. En la práctica, este convenio supone la liberalización de aranceles para numerosos productos de frutas y hortalizas marroquís. Resultado: los precios de los productores locales se van a hundir porque no podrán competir con las bajas tarifas de los productos que se importarán desde el norte de África donde obviamente los costes son menores porque la mano de obra es más barata.

El dañado campo valenciano y por ende el agricultor va a sufrir en sus carnes este problema. No tardará mucho en padecerlo cuando compruebe que tanto en el mercado interior (España) como en el exterior (Europa) los precios que les pagan por arroba van a bajar estrepitosamente. Son leyes de mercado claro. Si los productos de Marruecos son más baratos, el mercado y los mayoristas los comprarán y dejarán de adquirir los españoles. Por lo que nuestros agricultores deberán bajar aún más sus tarifas si quieren seguir vendiendo aunque tal y como están las cosas acabarán abandonando el cultivo.

Y es que una nueva bajada de precios les supone vender por debajo del precio de coste. Es decir, perder dinero en vez de ganarlo. "Trabajar por 300 euros al mes", como reza un panfleto que está ya circulando por los campos y que se quiere distribuir a los comercios para que la población lleve a cabo un boicot a las frutas y hortalizas provenientes de otros países. "Cada vez que compras productos producidos en países explotados te estás condenando al cierre de tu empresa".



Las principales organizaciones agrarias ya se han echado las manos a la cabeza despúes de la aprobación del acuerdo dado que son plenamente conscientes de que supone una cadena perpetua para el campo y los productores. El convenio con Marruecos no establece sino una plena liberalización en las importaciones agrarias ya que elimina los aranceles existentes a excepción de seis productos "sensibles" (reducción de precio de entrada de un 30%) como son las clementinas, los tomates, los calabacines, los pepinos, las fresas y los ajos.

La contrapartida del acuerdo entre UE y Marruecos es que se eliminarán (en un plazo de 10 años) hasta el 70% de los aranceles que los productos de los países europeos pagan por exportar a Marruecos. La realidad es que la medida no hace sino beneficiar a los exportadores europeos ubicados principalmente en Centroeuropa ya que el reino alauí les compra principalmente leche y cereales. Los damnificados eso sí, España y sus agricultores.

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